El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, mantiene su visión agresiva en cuanto a la subida de tasas de interés. Durante su participación en un debate del Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó lo “apropiado” que sería aumentar el ritmo de las subidas.

A mediados del pasado mes de marzo, el Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) realizó el primer incremento de los tipos en tres años. Hasta ese momento, los intereses se ubicaban entre 0% y 0.25% y quedaron entre 0.25% y 0.5%.

Debe recordarse que las tasas se llevaron casi a cero tras la sacudida económica que representó el inicio de la pandemia en 2020. Aunque esa disminución evitó que la economía entrara en una aguda recesión, luego generó algunos problemas relacionados con el incremento de los precios.

A partir de mayo se produciría una fuerte subida de tasas 

Las declaraciones del funcionario se produjeron este jueves y las mismas apuntan a que la Fed está lista para una fuerte subida de tasas de interés. Asimismo, se destaca que el incremento del pasado marzo fue de 25 puntos básicos y las autoridades quedaron en hacer sucesivas subidas equivalentes.

De esta manera, en cada una de las seis reuniones que quedan del FOMC en 2022, se aplicarían los respectivos aumentos de los tipos. No pasó mucho tiempo para que las autoridades cambiaran las reglas y sentenciaran que ese ritmo de subidas probablemente no sería suficiente para enfriar el mercado.

En ese sentido, ahora se apunta a un aumento de la intensidad de los aumentos. Junto con la titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, Powell dijo este jueves que es “absolutamente esencial” frenar la peligrosa subida de la inflación, la más alta de los últimos 40 años según datos oficiales. “Realmente estamos comprometidos a usar nuestras herramientas para recuperar una inflación del 2%”, expresó.

Hacer que la inflación retroceda implica la subida de las tasas de interés a un ritmo mayor del que se anunció el pasado mes. De allí, se espera que para mayo se produzca una subida de 50 puntos básicos, lo que dejaría los tipos entre 0.5% y 1% en lugar del esperado 0.5% y 0.75%.

¿Para qué sirve la subida de las tasas de interés?

Como ya se dijo, la inflación en el país norteamericano es las más agudas de las últimas cuatro décadas. Según los datos del último informe de la Oficina de Estadísticas Laborales, la misma subió desde 7.9% en febrero hasta 8.5% en marzo, lo que indica un importante recalentamiento de la economía.

Para enfriar la situación, las autoridades financieras proceden a incrementar el costo de los préstamos como medida para desmotivar la demanda de los consumidores. Esto último implica que la economía se desacelera y el resultado es la disminución de los precios ante una drástica caída del consumo, sobre todo del minorista.

No obstante, una subida drástica de las tasas puede generar otros problemas vinculados con la desaceleración de la economía. El más temido de ellos es la recesión y el acelerado aumento del índice de desempleo. “En mi opinión, es apropiado avanzar un poco más rápido” en ese proceso, subrayó Powell.

Teniendo claro este contexto, un mínimo error de la Fed podría desatar una situación de recesión económica que podría alcanzar límites perjudiciales. De extenderse una situación de recesión en la economía, las autoridades se verían forzadas a tomar la decisión paradójica de bajar las tasas de interés para frenar una hipotética oleada de desempleo.

La recesión es casi inevitable

Teniendo en cuenta el momento difícil que enfrenta la Fed para tomar una decisión que permita un “aterrizaje suave”, algunos analistas son escépticos. Ente estos se destacan los del grupo de inversiones inmobiliarias, Fannie Mae. Para estos, no solo es probable una situación de recesión, sino que predicen una fecha aproximada para la misma.

“La inflación causa recesión y para frenar la inflación se requieren fuertes incrementos de los tipos de interés. Pero si estos últimos son demasiado grandes conducirían a la contracción”

De acuerdo a estos estrategas, luego de la mitad de 2023, la economía de Estados Unidos entrará irremediablemente en una situación de recesión. Agregan que dadas las circunstancias, ese sería el escenario más normal y que otra cosa (como un aterrizaje suave) no sería más que una excepción a la norma histórica.

La subida de las tasas a un ritmo mayor del que se había planificado en marzo, a juicio de estos analistas, no puede tener otro puerto que la caída en lugar del “aterrizaje suave”. “Vemos una contracción en la actividad económica como el camino más probable para cumplir con el objetivo de 2% de inflación de la Reserva Federal”, resaltan.

Otros actores importantes de Wall Street como JPMorgan y Bank of America también advierten el peligro del “shock recesivo” que estaría en marcha. La segunda de estas instituciones destaca lo difícil que es tomar decisiones ahora para la Fed. La inflación causa recesión y para frenar la inflación se requieren fuertes incrementos de los tipos de interés. Pero si estos últimos son demasiado grandes, conducirían a la contracción.

Jamie Dimon, CEO de JPMorgan expresó que todos los ingredientes para la recesión están dispuestos. “Son fuerzas poderosas y esas cosas van a chocar en algún punto”, expresó en una entrevista el pasado miércoles.

Subida de tasas podría llegar a 3% a finales de año

De aplicarse el aumento de ritmo que sugiere Powell en el incremento del valor de los préstamos, para julio los tipos podrían llegar al 2%. Se trata de un incremento de grandes proporciones, sobre todo teniendo en consideración que en marzo se encontraban cercanas a cero. De la misma manera, para finales de este año 2022, las tasas llegarían al 3%.

Tales incrementos se producirían en medio de una creciente presión en el mundo laboral, el aumento de las tasas hipotecarias y el aumento acelerado en la industria y servicios. Debe tenerse en mente que la “Gran Renuncia” ha creado una crisis de escasez de mano de obra que elevó considerablemente los salarios. Esto contribuyó de manera significativa al incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

De la misma manera, la subida de las tasas de interés se produce apuntando a un probable recorte del balance de la Reserva Federal. El mismo se encuentra en una considerable franja como consecuencia de las políticas de compra de bonos del Tesoro y bienes respaldados de hipotecas desde el inicio de la pandemia.

En ese contexto, las autoridades estarían dando un paso crítico a la hora evitar que la inflación cause la pérdida del poder adquisitivo de las personas. Pero el costo de esas acciones podría afectar la pérdida de millones de puestos de trabajo en sectores que hasta ahora han sido abanderados de la recuperación.

Un aterrizaje suave luce cada vez más difícil

El hecho de que el incremento de los tipos de interés pueda llevar a la recesión, estaría minimizando las posibilidades de un “aterrizaje suave”. Este término se usa para referirse a un estado en que el incremento de las tasas no perjudica el crecimiento económico. Sin embargo, un aumento de 50 puntos básicos de los intereses estaría anulando muchas posibilidades.

En consecuencia, Powell expresó que la Fed hará lo posible para lograrlo, pero no asomó ninguna esperanza con respecto a altas probabilidades para ese escenario. “El objetivo es utilizar nuestras herramientas para volver a sincronizar la demanda y la oferta, de modo que la inflación baje y lo haga sin una desaceleración que equivalga a una recesión”, resaltó.

Pese a ello, la alta subida de las tasas de interés lleva las posibilidades de eso último a su mínima expresión. “No creo que escuches a nadie en la Fed decir que eso va a ser sencillo o fácil. Va a ser muy desafiante. Vamos a hacer todo lo posible para lograrlo”, acentuó.

La situación inflacionaria, que en 2021 era vista como un elemento pasajero que ayudaría a mejorar las condiciones de empleo y la completa recuperación, ahora es el principal enemigo en la óptica del banco central. Importantes analistas de Wall Street piensan que la Fed no tiene las herramientas para lograr la estabilidad económica. Muchos consideran que la peor amenaza es actualmente la propia Reserva Federal.

Una reciente encuesta de CNBC Delivering Alpha entre 400 expertos e inversores, arrojó que el 46% tiene más miedo a las maniobras de la Fed que a la propia inflación (33%). El 11% supuso que la guerra en Europa era la peor amenaza y apenas un 6% apunta hacia China.

Factores que empeoran el panorama

La inflación se mantiene como el eje central del que dependen todas las medidas que tomen las autoridades financieras. La misma se convierte en uno de los elementos más difíciles de controlar por el hecho de que su volatilidad no depende en un 100% de factores internos que se puedan controlar con políticas hechas en casa.

En una economía atada a la globalización como la de Estados Unidos, los problemas geopolíticos tienen un enorme peso. Tal es el caso del aumento de los precios de las materias primas debido a la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia. No se trata solamente del petróleo y el gas natural que provocan la crecida del combustible, sino de otras commodities como el níquel, paladio y materias raras que afectan la industria tecnológica.

La guerra en Europa del Este y el actual brote de Covid-19 en China, son dos de los factores que mantienen en alza la inflación. Si los elementos externos continúan agitados, la subida de las tasas de interés tendrá pocos resultados para evitar una mayor escalada inflacionaria, a no ser que la misma sea de una magnitud tan alta que lleve a una recesión.